Uno de los procesos más complicados a la hora de gestionar un negocio es la estrategia que utilizamos para captar clientes. Muchos son los métodos utilizados. Sin embargo, si hay uno que destaque por encima del resto es el conocido como el método AIDADentro de este primer contenido, la clave es activar y buscar llamar la atención del cliente y de la audiencia que buscas utilizando estrategias propias de marketing de captación de clientes en función de tu tipo de negocio. Desde publicidad, anuncios, carteles y una estética vistosa para situaciones de presencialidad hasta redes sociales, banners, Google ads, blobs con titulares vistosos o newsletters para negocios con presencia online.¿En qué consiste este modelo? El método AIDA es un plan estratégico que basa su contenido en identificar las etapas cognitivas y conductuales que atraviesa un consumidor durante un proceso de compra y adquisición de un producto o de un servicio y utilizarlas para crear estrategias de comunicación en las que se pueda ofrecer un mensaje correcto y efectivo.El nombre de AIDA es un acrónimo que está compuesto por las cuatro fases en las que se desarrolla el comportamiento de las personas y la estrategia del propio modelo: Atención, Interés, Deseo y Acción. ¿Quieres conocer en qué consisten y cómo pueden ser aplicadas para la captación de clientes? ¡Sigue leyendo!
Etapas del método AIDA
El método AIDA comparte muchas similitudes con el modelo clásico conocido como el embudo de ventas. La captación y localización de un consumidor, utilizar estrategias para llamar su atención, ofrecer razones que induzcan al consumo y finalmente, captar al cliente.Sin embargo, AIDA va un paso más allá. Dentro de una misma fase de construcción utiliza métodos y estrategias de comunicación y marketing específicas. Herramientas que sirven para producir un mensaje mucho más efectivo y personalizado para la audiencia que aumente de forma considerable la efectividad de la estrategia.
Veamos más detenidamente los pasos del Método AIDA
Paso 1: Atención
En la primera fase del proceso, el profesional debe establecer como prioridad el público al que se quiere dirigir y ofrecer el producto y/o servicio. Se debe conocer su perfil, su nivel adquisitivo, su edad etc. y establecer una localización en la que va a ofrecer su producto.
Por ejemplo: un restaurante de comida rápida localizado en Madrid busca personas que deseen una comida rápida, de poco presupuesto y que se muevan por la zona en la que tienen el negocio.Dentro de este primer contenido, la clave es activar y buscar llamar la atención del cliente y de la audiencia que buscas utilizando estrategias propias de marketing de captación de clientes en función de tu tipo de negocio.
Desde publicidad, anuncios, carteles y una estética vistosa para situaciones de presencialidad hasta redes sociales, banners, Google ads, blobs con titulares vistosos o newsletters para negocios con presencia online
Paso 2: Interés
Una vez hemos conseguido captar la atención del cliente y de la audiencia que necesitamos, el siguiente paso en el método AIDA es inducir un interés sobre lo que ofrecemos.
En este momento, el consumidor entra en una fase mucho más afectiva. Necesita que le estimulen cognitivamente. Para ello, debemos despertar una necesidad en el consumidor que ajuste a aquello que ofrecemos.Para lograr este objetivo es fundamental que en esta fase el profesional transmita con un mensaje claro y breve la información y beneficios que aporta nuestro productos y servicio a la necesidad del consumidor. Un storytelling puede ser una buena solución para cubrir esta etapa.
Paso 3: Deseo
Conseguido el segundo pago, toca despertar ese deseo. El cliente ya sabe que nuestro producto cubre una necesidad y debemos despertar en él la urgencia suficiente como para inducirle a invertir dinero y tiempo en su compra y/o contratación.En este momento la oferta tiene que estar claramente definida. Debemos empezar una estrategia de comunicación que fomente la confianza en la empresa, el servicio y el producto. Que transforme ese “me gusta” en un “necesito”.
Un ejemplo que suele funcionar muy bien, especialmente en servicios mensuales es proporcionar la garantía de devolución del dinero en caso de no estar contento, servicios con el primer mes gratis o permitir la no permanencia.
Paso 4: Acción
Por último, en este cuarto paso, tendremos que realizar una comunicación y una estrategia que garantice el proceso de venta. Dicho de otra manera, debemos encontrar la forma de dar el empujón final al potencial cliente para que se decida por nosotros.En estos casos es la comunicación y el trato personal lo que mejor funciona frente a todas las estrategias. El marketing emocional puede ser una buena forma de empezar a inducir a la compra final. A la conversión. Los descuentos, las ofertas o promociones también son un método muy utilizado.
Marketing emocional: por qué es importante y cómo aplicarlo a tu empresa
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