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Las emociones juegan un papel más que importante a la hora de tomar una decisión de compra o contratar un servicio. Es un hecho. Cada día, las empresas apuestan por crear estrategias de contenido y marketing que proporcionen un valor emocional a su marca y firma. Es lo que se conoce como marketing emocional¿El motivo? Disponer de un valor emocional asociado a la imagen de empresa genera confianza. Y la confianza se traduce en conseguir fidelización y a la larga, estabilidad en tu negocio.Por ello, es fundamental que a la hora de pensar en crear una imagen para tu negocio tengas presente los valores emocionales que quieres transmitirle. Desde los propios colores de tu marca hasta las acciones que realizas por las redes sociales son fundamentales. ¿Quieres conocer cómo puedes ponerlo en marcha en tu negocio? Desde Beemood te lo contamos. Sigue leyendo.Hay una frase que define muy bien el valor emocional de una marca: “En vez de llegar al Top Mind hay que llegar al Top Heart “. Las empresas deben dejar de ser prácticas. Tienen que ponerse en la mente de sus clientes y preguntarle, ¿cómo les puedo ayudar? ¿qué puedo aportarles además de mi producto y/o servicio? Para hacerlo, pueden aportar ciertas características emocionales

Deben mostrar cercanía

Uno de los primeros pasos para aportar valor emocional a una marca es la humanización de la empresa. La idea de las grandes corporaciones, ajenas a su cliente, es cosa del pasado.

En la actualidad, lo que quieren los clientes es cercanía, saber quién les realiza los servicios que contraten, el producto que consumen… La mejor forma de proporcionar esa idea es creando la figura de una persona que sea la imagen de la propia empresa. Que vean un rostro, no un logo o una imagen corporativa cuando tomen un primer contacto.

Mostrar lealtad

También, es fundamental que las empresas muestren lealtad a sus clientes. ¿Cómo se puede realizar?  La forma más sencilla es a través de la personalización. Otorgar servicios especializados y personales para los clientes les genera la suficiente confianza que necesitan para empezar a trazar lazos de lealtad.

Las empresas, no solo debe hacer sentir únicos a sus clientes, deben tratarlos como tal. Y una buena forma de conseguirlo es haciéndoles sentirse valorados. Una llamada de teléfono en vez de un email, un correo preguntando si necesitan algo, aportándoles consejos también generan lealtad.

Conectar a través de los sentidos

Las emociones también se despiertan a través de los sentidos. El color, la forma de crear contenido, hasta la imagen del negocio tanto física como corporativa transmiten emociones. Y esas emociones producen de forma inconsciente reacciones en las personas y los clientes que pueden determinar y producir una compra o una contratación de servicios.

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Un ejemplo que solemos poner en Beemood a nuestros clientes es una práctica americana muy utilizada por los agentes inmobiliarios a la hora de vender una casa. Hornean galletas en la cocina de la vivienda pocas horas antes de la llegada de los potenciales clientes. ¿El motivo? Despertar a través del olor la sensación de hogar, de sentimiento familiar. Os sorprendería la efectividad de la práctica en ventas.

Otorgar el control

Por último, todas las empresas deben hacer sentir a sus clientes en todo momento con el control de sus acciones. La frase comúnmente conocida de “el cliente siempre tiene la razón” tiene un sentido. Aunque, claramente no sea aplicado a la práctica.

Las personas deben sentir que la marca que les representa o les ofrece un servicio trabajan para ellos y no al revés. Al final, son ellos los que contratan y/o compran servicios, las empresas deben permanecer como un sector servicial. Solo así se consigue fidelización, confianza y valor emocional.

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